En este ensayo, el autor explica, desde su punto de vista, las principales ideas del diseño inteligente, por qué están equivocadas y por qué no puede considerarse ciencia.
Tras la revolución provocada por el establecimiento de la Teoría de la Evolución a mediados del siglo XIX y el choque frontal con la interpretación literal de la Biblia han aparecido durante el siglo XX grupos de religiosos ultra-conservadores que han intentado imponer el estudio del Génesis como la verdad absoluta en las clases de ciencia en Estados Unidos. Prohibidas estas enseñanzas en las aulas por la constitución de ese país, ha surgido una corriente que ha resucitado el argumento del diseñador bajo el aspecto de una teoría científica con la finalidad de compartir tiempo y espacio en la educación con la teoría de la evolución.