El Tratado completo del arte del canto de Manuel Patricio García es una de las principales fuentes de información acerca de la práctica vocal y operística en Europa y América durante la primera mitad del siglo XIX. El complemento de esta información son varias series de ejercicios destinados a aquellos estudiantes y profesionales que pretendan entrenar y educar su voz con el objetivo de interpretar las arias más representativas del bel canto. La primera parte del Tratado, redactada originalmente en francés aunque repleta de términos técnicos en italiano y de ejemplos musicales tomados de óperas pertenecientes a esta última tradición, se publicó por primera vez en París con fecha de 1840. Junto con un contenido estrictamente musical, esta edición ya comprendía una serie de reflexiones técnicas, anatómicas y fisiológicas relacionadas con la emisión vocal que, en los años siguientes, serían el origen de la obra que hoy conocemos. En 1847 aparece publicada una segunda edición que incluye esta misma primera parte junto con una segunda, más extensa y muy rica en información sobre los aspectos específicamente artísticos de la práctica profesional operística según los presupuestos belcantistas. La edición de 1847 contiene, además, el «Rapport sur le mémoire sur la voix humanine», resumen del documento presentado ante la Académie des Sciences de París el 16 de noviembre de 1840, así como de una serie de ejercicios para la voz. En ella, los ejercicios aparecen distribuidos en dos secciones: la primera, consistente en varias series de vocalizaciones con acompañamiento instrumental, aparece intercalada a lo largo de los últimos subcapítulos de la parte I del Tratado; la segunda, compuesta fundamentalmente por ejemplos tomados del repertorio operístico comercial, figura al final de la parte II, complementando los capítulos en los que se analiza de manera más detallada la expresión artística mediante el discurso cantado. Son estos ejercicios, necesarios para comprender el desarrollo de la técnica vocal dramática operística en el momento de mayor éxito del bel canto, los que presentamos y comentamos aquí. Al hacerlo, partimos del convencimiento de que los intérpretes interesados en la ópera y el drama musical van a seguir encontrando en ellos ayuda práctica para educar su voz en la tradición belcantista, junto con una gran parte de la información necesaria para acercarse a un arte que, más allá de modas, polémicas y fluctuaciones intelectuales, culturales o económicas, sigue siendo capaz de poner en escena todo el calor de las pasiones humanas.